Entre el sinfín de piezas orientales que ofrecemos en nuestra tienda de decoración de Sevilla, la porcelana china tiene un papel destacado.
Impregnada de la filosofía de dinastías antiguas y sus gustos estéticos, la producción de porcelana china cuenta con más de 3000 años de historia desde el primitivo celadón de la dinastía Shang. Su impresionante belleza y elegancia difícilmente la hacen pasar desapercibida. La tierra, aparentemente ordinaria, puede brillar con milagroso esplendor a través de las manos humanas.
Una de las más simbólicas señas de esta cultura, ya desde épocas tempranas supuso un puente de conexión entre China y el mundo. La etapa de cerámica marcó el camino a la prosperidad en las civilizaciones antiguas, pero sin duda fue China quien durante siglos lideró su producción. Aunque se hicieron muchos esfuerzos por elaborar porcelana en Europa, esto no fue posible hasta el siglo XVIII, cuando un alquimista de Meissen logró fabricar un tipo de porcelana similar.
Se trata de uno de los grandes hitos en la historia marcados por la cultura china, y no sólo por motivos estéticos, pues el descubrimiento de la porcelana fue de gran utilidad práctica. La fabricación de porcelana supuso una gran evolución desde la alfarería, gracias a la mejora de la técnica y el paso de la cocción en hoguera a horno de alfarería. Se lograba un cuerpo más fuerte y compacto, un exterior más suave y bello, más duradero y lavable. De este modo se mejoraba una de sus principales funciones primitivas: la conservación de alimentos. Y para todo ello era imprescindible una materia prima aún desconocida en occidente: la arcilla de Caolín.
Las 4 condiciones básicas de la porcelana son:
- Cuerpo de arcilla de porcelana, compuesta principalmente por arcilla de Caolín, con bajo contenido en hierro. Tras la cocción a altas temperaturas, el cuerpo se vuelve blanco con baja absorción de agua.
- Cocción entre 1200-1300 ºC.
- El barniz superficial debe ser vidriado cocido altas temperaturas con el cuerpo de la porcelana.
- Después de la cocción el cuerpo debe ser de textura compacta y fina. Un golpecito devuelve sonido metálico.
Como se ha mencionado, se trata de un material con numerosas ventajas, en concreto también para la conservación de alimentos. Así se fabricaban, entre otros muchos enseres, tarros de porcelana para guardar té como el que hemos utilizado para ilustrar este artículo, vendido recientemente en nuestra tienda de decoración de Sevilla. Entre la amplia gama pictórica empleada para decorar la porcelana, a menudo se emplean símbolos auspiciosos. En este caso el tarro aparece decorado por el símbolo de la longevidad (Shou) rodeado de murciélagos, animales cuyo nombre es homónimo de la palabra china empleada para la suerte (Fu).