Nos apasiona abordar el descifrado del contenido simbólico tan presente en gran parte de los muebles y objetos tradicionales chinos que ofrecemos en nuestra tienda de decoración de Sevilla.
El mundo del arte y artesanía chinos es vasto y riquísimo, pudiéndose encontrar en él multitud de elementos decorativos cuyo significado resulta intrigante. Ya desde nuestros comienzos nos veníais realizando esas cuestiones todos aquellos que os acercabais a curiosear nuestra tienda.
En nuestros viajes a China, nos encanta charlar con los artesanos y vendedores, preguntarles y que nos cuenten acerca de los objetos que ofrecen. Más allá de lo que ya sabemos a través de ellos, hemos querido indagar un poco más, aprender continuamente a través de la bibliografía que a lo largo de estos años hemos ido adquiriendo, no sin cierta dificultad, para cubrir esta materia y poder documentar todas estas cuestiones.
En estos días hemos entregado uno de los muebles más especiales que hemos ofrecido esta temporada en nuestra tienda de decoración de Sevilla. Se trata de un mueble recuperado, un aparador policromado en el que se combinan elementos restaurados con piezas de nueva fabricación. Con una estructura robusta y fuerte presencia, sin duda en él destacan los elementos de talla así como con mucha fuerza los colores de su policromado, naranja y azul claro, dos colores complementarios cuyo contraste contribuye al realce y mayor efecto visual.
El color azul es un color ampliamente utilizado en las piezas de arte chino, si bien no tanto en decoración. Se asocia a deidades celestiales, y suele aparecer en azulejos de templos, también a la primavera. Sin embargo tiene más impacto la presencia del naranja, un color poco presente en la tradición china pues su origen es budista, siendo el color de la espiritualidad en esta religión.
Observando policromado que aparece en el mueble, vemos que destacan los motivos florales, pero si prestamos un poco más de atención podemos descubrir en él algunas piezas de granada.
La granada es un motivo frecuentemente empleado en el arte chino (en nuestra tienda de decoración hemos tenido acuarelas con este tema) y su cultivo, aunque está ampliamente extendido en China, fue importado de otras regiones centroasiáticas. Curiosamente encontramos una coincidencia, pues es un símbolo importado de la tradición budista. Su fruto representa la esencia de la influencia favorable que se cree que existe en el propio árbol, y simboliza la esperanza de una familia con próspera descendencia, al asociarse la multitud de semillas que aparecen en su fruto a la fecundidad. Además, como es frecuente en otros símbolos chinos, la palabra china que designa al fruto es homófona a otra que significa generación, viéndose de esta forma reforzado ese contenido simbólico.
Así, el análisis conjunto de todos los elementos nos da un contenido alegórico que es un símbolo auspicioso dentro del hogar a través del mobiliario, que va más allá del mero de su no menos importante valor estético y decorativo.
