Ante el encanto y la fascinación que producen las alfombras orientales, nos surgen todo tipo de preguntas. Los kilims que ofrecemos en nuestra tienda de decoración de Sevilla despiertan la curiosidad de cualquier apasionado de la decoración por su carácter único, colores llamativos o suaves sabiamente combinados con gamas complementarias, y por su diseño sencillo en apariencia pero cargado de fuerza.
Si bien no se conoce con exactitud cuando comenzaron a tejerse las primeras alfombras, el ejemplar más antiguo que se conserva data del siglo IV a.C. La alfombra Pazyryk se encontró en estado de congelación en el interior de una tumba en Asia, con diseño, tintes y tejido de muy alta calidad, indicando que el tejedor era un gran entendido. Se conservan ejemplares de siglos posteriores pero de forma muy discontinua en el tiempo.
A partir el siglo XIV en el caso de las alfombras de Anatolia, y siglo XVI en las persas, se hacen más accesibles con el desarrollo de rutas comerciales marítimas al Este, de ahí que se disponga de más piezas y se pueda trazar mejor su historia y evolución. En este sentido es muy interesante la conexión con el mundo de la pintura, pues es su aparición en obras de arte de gran utilidad, siendo la principal forma de datar aquellas anteriores al siglo XIX.
Entre la inmensa diversidad de alfombras orientales que existen, en nuestra tienda de decoración de Sevilla nos hemos especializado en kilims por ser un tipo de alfombra alegre, versátil en cuanto a su integración en estilos tanto clásicos como contemporáneos, así como por poder utilizarse en estaciones frías o cálidas, y por su robustez y durabilidad.
Las alfombras kilim pertenecen a la categoría de alfombras de textura lisa. La diferencia está en su construcción, no constan de hebras formando una sucesión de nudos, tienen trama y urdimbre. La urdimbre es la base, la trama se tinta y se teje sobre la urdimbre para crear el diseño. El número de técnicas de construcción es mucho más variado que en alfombras de nudos, siendo dicha técnica lo que identifica estos tejidos. La técnica más común es la de cortes, apreciándose en la alfombra pequeños cortes verticales. En su forma más pura el kilim es reversible y se emplea por ambos lados.
Para ser capaces de describir una alfombra es útil el empleo de una terminología adecuada:
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Campo: es el área central con los diseños y composiciones principales, rodeada por cenefas o franjas.
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Color base o del campo.
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Diseño: tipos específicos de elementos empleados para crear una composición en el campo (geométricos son los habituales en kilims de nuestra tienda de decoración en Sevilla).
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Composición: impresión global que se crea en el campo de una alfombra, puede ser centrada (con medallón alrededor del cual se disponen otros diseños secundarios) o global (se usa el mismo diseño de forma repetitiva).
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Cuadrantes: las composiciones centradas tienen la cuarta parte de un medallón o diferentes diseños distintivos en las esquinas del campo
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Cenefas u orlas: bandas o tiras de anchura diversa alrededor del perímetro de una alfombra.
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Terminaciones: los lados más cortos de la alfombra.
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Flecos: se extienden a partir de las terminaciones y son las propias urdimbres. Pueden ir trenzados o anudados.
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Bordes: los lados más largos de una alfombra. Pueden rematarse de una o dos formas (que se denominan cubierto y orillo) para crear un acabado duradero.
Sobre el significado de los diseños se ha escrito mucho y es uno de los aspectos más incomprendidos. Hay varias teorías y generalmente los tejedores no coinciden en los significados que los estudiosos dan.
Las alfombras orientales siempre han sido muy apreciadas por su belleza como auténticas obras de arte únicas, siendo además muy útiles y muy demandadas. En su clasificación se hace especial hincapié en el conocimiento del estilo de vida del tejedor: nómada, rural o urbano.
El tipo de vivienda que habita y el propósito con el que elaboró la alfombra se refleja en el tamaño, diseño, materiales, tintes, colores y métodos técnicos de tejido. Por ejemplo la elección de materiales (todo lana, todo algodón o mezcla de lana y algodón) nos da claves pues el uso de algodón implica asentamiento. Otra señal es el número de colores, siendo menor la gama utilizada en el caso de alfombras de procedencia nómada. Se recomienda no sólo fijarse en su origen geográfico, sino más en la estructura y el diseño conjuntamente.
Para distinguir entre alfombras nómadas, rurales y urbanas, habrá que atender por tanto a las diferencias en:
- Materiales.
- Número de colores.
- Acabado del borde y terminaciones.
- Altura del nudo.
- Tipos de diseños.
- Tamaños y formas.
- Características técnicas.
Cada zona geográfica concreta tiene un estilo propio para la elaboración de alfombras, que podrá apreciarse en:
- Tipo de nudo.
- Densidad del nudo.
- Fibras de la urdimbre y trama.
- Tintes y colores.
- Tamaño.
- Tipos de diseños y composiciones.
- Características técnicas.